• «Oportuno y magnífico (...) El estilo de Laurence adquiere resonancias poéticas y sus imágenes nos remueven tocando el punto más sensible de nuestra médula espinal. (...) Margaret Laurence murió en 1987. Era un poco mayor que Alice Munro y que Margaret Atwood. Si usted ha disfrutado de la lectura de estas escritoras, no dude en leer a Laurence. Es una maestra. » Marta Sanz (Babelia / El País)
• «Su absoluta vigencia, la irreemplazable voz femenina, la mezcla creativa de recuerdo e imaginación en una convincente voz en primera persona (…) hacen que este libro tenga un lugar fundamental en el canon literario.» Margaret Atwood
• «Es pura revelación, no imitación. Su habilidoso empleo del lenguaje hace que el lector sea realmente capaz de comprender a Hagar.» Robertson Davies
• «A través de los ojos de Hagar vemos más de lo que ella ve. Incluso algunas de las cosas que, posiblemente debido a un cierto pudor, no quiere que veamos. Otras veces dudamos de lo que dice ver. Y así. La economía de la expresión adquiere un alto nivel de dominio en la escritura de Laurence. » Luis M. Alonso (La Nueva España)
• «Una narración precisa, inteligente, irónica y demoledora; modernísima, en suma. » (Mercurio)
• «Laurence es la mejor escritora de ficción de Canadá y una de las mejores de todo el continente.» Atlantic
• «Laurence demuestra en este libro todo su inmenso talento.» Time
• «Retrata admirablemente lo peculiar y lo universal. Es un personaje memorable y, al mismo tiempo, la imagen de la vejez en sí misma, con el dolor, el cansancio, el miedo y la impotencia, y con la revelación de que los demás esperan y desean que todo acabe.» Honor Tracy (The New Republic)
• «Un extraordinario clásico que sigue siendo sorprendentemente actual.» Éric Paquin (Voir)
• «El triunfo de Laurence reside en evocar a Hagar a sus noventa años (…). Se rebela, con su último aliento, contra el desvanecimiento de la luz. 'El ángel de piedra' es una gran novela, admirablemente escrita y de una inteligencia infalible.» Granville Hicks (Saturday Review)
• «Laurence esquiva el sentimentalismo y la condescendencia. Su pulso narrativo funciona de manera impecable; sin duda esto es lo que se siente al envejecer.» Paul Pickrel (Harper’s)
• «Una narración profundamente conmovedora que nunca cae en la sensiblería, con imágenes fuertes e incisivas.» Le Devoir
• «Me ha emocionado la ironía devastadora de la novela y, más todavía, la autenticidad, veracidad y dignidad del personaje de Hagar Shipley.» Hélène Rioux (Lettres québécoises)

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